En nuestras cartas astrales podemos ver que tenemos dos polaridades: la femenina y la masculina. La cantidad de cada energía varía en cada persona y para conocerla se ven los signos en los que caen los planetas, el ascendente y también el Medio cielo, si estos son signos femeninos
o masculinos. Conocer la polaridad de cada signo es muy fácil: El horoscopo empieza con un signo masculino (Aries ♈), luego le sigue uno femenino (Tauro♉) y así es siempre (Géminis ♊ masculino, Cáncer ♋ femenino, etcétera). Saber que polaridad predomina (si es que hay una, porque a veces estan en equilibrio) nos sirve para saber que debemos trabajar más, pero siempre se analiza la carta en su totalidad para obtener mayores detalles. De todas maneras, todos contamos con ambas energías, tenemos todos los signos en nuestro horóscopo, aunque en algunos no haya ningún planeta. Las únicas energías que no se manifiestan son las de los signos interceptados pero incluso esos casos deben pasar bajo la lupa del astrólogo. Pero hoy no vengo a hablar de datos puramente astrológicos, sino a sacar de esto conclusiones mas espirituales, conclusiones que creo importante para la vida y el alma de todos aquí en la tierra y que resuenan con los tiempos en los que vivimos: la famosa era de Acuario. En este artículo les voy a hablar de la importancia de ambas energias, de porqué hice hincapié en la femenina, y de lo que podemos hacer ahora para estar en sintonía con el orden divino, para sentir esa conexion universal tan acuariana.
Tanto hombres como mujeres tenemos energía femenina y masculina, porque es energía, y va más allá de lo físico. La energía femenina es la relacionada con lo espritual, la intuición, lo que no se ve simplemente en el mundo físico; es receptiva, nutricia y tranquila. La masculina, en cambio, es de acción, de materialización. La masculina da y la femenina recibe, la masculina pone la semilla y la femenina la cuida hasta que crece y nace la flor, justamente una representación gráfica de la procreación.
Ambas son necesarias y ninguna es mejor que otra, son dos polaridades de lo mismo. El problema está cuando se quiere negar
una, porque entonces hay una polaridad que falta. Estamos hechos con las dos, por eso negar una es negarnos a nosotros mismos, no querer ver la realidad, no dejarnos ser todo lo que vinimos a ser.
Si falta una de las energías hay una falla, no se vive en la totalidad, se manifiesta solo una parte de ella. Osea, viviendo así nuestra vida nunca estaría completa. No importa cuánto busquemos y reprimamos afuera, el trabajo es interno. No se trata de despreciar ninguna, pero se suele hacer mayor hincapié en la femenina porque por mucho tiempo fue la más despreciada. Para comprobar esto solo basta con preguntarnos cómo nos sentimos respecto a los temas espirituales, cuánta espiritualidad hay en nuestra sociedad, cómo son presentados estos temas... ¿Es común que las personas hablen de la intuición, el amor incondicional, la meditación? ¿Nos resulta "normal" comentar con la mayoría de la gente experiencias espirituales? ¿O más bien si lo hacemos recibimos burlas, indiferencia o largos sermones bien racionales y estructuados? La tendencia masculina está por todos lados: en mencionar todo el tiempo que hay que luchar, vencer, herir, aplastar, olvidar los sentimientos y "cortar cabezas", en "ir a lo seguro" cuando se busca una profesión o una relación, en querer demostrar que se es algo distinto al verdadero ser, y en más cuestiones.
¿Pero quién niega una energía? Bueno, por mucho tiempo la sociedad fue machista (y en muchos aspectos lo sigue siendo), y es por eso que reprimía la energía femenina, y a lo que más se asocia con ella: las mujeres. La quema de "brujas" en la hoguera, la toma de mujeres por esposa sin su consentimiento, el hecho de que tuvieran que estar al servicio del hombre en general no eran porque sí, sino porque quienes mandaban no deseaban una sociedad igualitaria, no deseaban la luz y el amor, sino que querian que reinara la infelicidad y la ignorancia para poder ellos hacer lo que quisiesen. La energía femenina representaba una amenaza para ellos, porque si cada uno seguía su intuición y buscaba a Dios a su forma, no podían ellos decir quién era Dios, como se debía de orar y cuánta plata había que poner en sus bolsillos. Al reinar solo la energía masculina, lo único importante era sobrevivir, trabajar y no pensar, y por mucho tiempo estuvimos viviendo así... Se decía que las mujeres seducían a los hombres y que por eso debían ocultar su cabello... ¿Y cuál era el problema si lo hacían? Si cada hombre podía decicidir con qué mujer estar, pero claro, el amor estaba prohibido. Los casamientos por arreglo estaban bien, pero dos personas que realmente se amaban eran condenadas. El amor era un estorbo, porque es una energía tan poderosa que debía ser anulada para poder así los oscuros continuar con sus intereses. Estas personas oscuras estuvieron desde siempre, desde el antiguo continente de Lemuria y Atlantis, y al caer la consciencia de la humanidad, aprovecharon al máximo su negatividad para hundir al mundo en la miseria. Un claro ejemplo de esto es el caso de María Magdalena, figura a la que hasta hoy en día algunas personas consideran una prostituta cuando esa no es la verdad. Esta mujer sabía muy bien las cualidades divinas de cada energía y fue llamada de esa manera simplemente por experimentar placer sexual con su llama gemela, Jesucristo. Tanto ella como él fueron y siguen siendo importantes en el avance espiritual de la humanidad, pero al no reconocer lo femenino, el nombre de esta mujer fue difamado por siglos y siglos. La mujer no podía tener placer ni "distraer" al hombre.
Pero ahora las cosas son muy diferentes. Si bien las sociedades siguen siendo machistas, la igualdad es mucha hoy en día a comparación con la antigüedad, y no solo eso, el resugir de la energía femenina se observa en todas las técnicas espirituales que se dan a conocer libremente. Hoy yo no soy condenada a la hoguera por escribir estas cosas, por hablar de Astrología como quiero o saber más de ciertas cosas que un hombre, y es en el compartir conocimientos que nos expandimos. Todo lo que ayude a desarrollar la intuición en uno mismo y en otros, a conectar con nuestra parte divina es lo que necesita nuestro planeta en estos momentos. La recuperación de esta valiosa energía es de vital importancia en los tiempos que corren, en los que nuestro hogar, Gaia (la tierra) está elevando su vibración y necesita que nos elevemos con ella para poder permanecer aquí. Esto quiere decir que no solo es importante respetar a las mujeres porque son seres humanos y porque una sociedad se debe basar en la igualdad, sino que también es importante que cada individuo de este planeta, sea hombre o mujer, conecte con su energía femenina, porque es ella la que nos lleva a estar cerca de Dios y a recobrar ese paraíso perdido del que habla la BIblia, en el que éramos uno con el creador, es ese el sentido de la vida: volver a la fuente para no tener que volver a sufrir.
No importa cuál sea la técnica para vivir en el amor incondicional mientras sea genuina. De nada sirve ir a la iglesia o meditar si no es sentido, si se hace por obligación o de mala gana. Tampoco es útil realizar algo porque se lo cree espiritual si en realidad defiende los intereses de alguien mmá. Esto último es lo que sucedía en aquellos tiempos oscuros, en los que las entidades de baja vibración dominaban todo conocimiento. Ellos decían que creer, quemaban libros y explicaban la Biblia, era creerles a ellos o no creer. Hoy esto es muy distinto, pasamos de la era de Piscis, donde la sabiduría era para unos pocos, a la era de Acuario, donde la sabiduría es para todos. Actualmente no tememos la muerte por buscar una verdad distinta, la nueva era nos trae el regalo de la mente superior. Acuario dice: piensen, pero piensen más allá, únansen y sean uno, entre ustedes y con Dios. Esta nueva era vino a transgredir los límites, a rebelarse, bien de Acuario. ¡Ya no estamos sometidos! ¡Ya podemos ser libres! ¡Solo tenemos que despertar! Las limitaciones son de la vieja etapa. "Las mujeres no pueden trabajar", "Los hombres no lloran", "El hombre debe ser bien macho", "El hombre no tiene tiempo para lo espiritual", "A la mujer hay que dominarla", todo eso y más del estilo no son pensamientos de los tiempos modernos, Acuario trae lo nuevo para que vivamos algo diferente, algo que nos una en lugar de separarnos, porque la idea original siempre fue estar unidos. Los miedos y emociones negativas dieron en el pasado lugar a separaciones, pero ese no es el destino de la humanidad.
En esta era de Acuario, la llamada es a conectarnos con nuestras dos partes y a amarnos en nuestra totalidad. No tenemos que ser hombres para actuar ni mujeres para sentir, todos podemos hacer ambos ¿¡No es eso maravilloso!? ¡Podemos hacer las dos cosas! ¡Y estamos haciendo las dos cosas cada vez que propagamos lo espiritual! Porque recibimos lo espiritual primero, y luego damos, realizamos la acción; y eso es justamente la fusión de lo femenino y lo masculino ambos a nivel divino. Acuario es el signo de los grupos y la sociedad, pero la invitación no es a escuchar excesivamente a los otros, no se confundan; eso no es amor, es miedo a la reacción de los otros, y en el fondo esconde problemas de autoestima, sentimientos de carencia. La tarea es buscar nuestras misiones de vida, otra parte de Acuario, colaborar con la sociedad y el orden universal y tratar al prójimo con el mismo amor que nos tratamos a nosotros mismos. Pero claro, hay que empezar por amarnos a nosotros mismos, porque ellos y nosotros somos el todo, ¡no solo ellos ni solo nosotros! Cada vez que rechazamos algo de lo que somos estamos rechazando nuestra misión de vida, no nos estamos tratando con amor, no colaboramos con la sociedad, ni con el universo, con nada. No se olviden del significado más espiritual de Acuario: igualdad, fraternidad y conexión universal. Estas son las claves de esta esclarecedora era. Todos somos uno, el daño que nos hacemos se lo hacemos al conjunto de todo lo que es.
En conclusión, ambas energías, la masculina y la femenina, son necesarias, y en la era de Acuario se nos convoca a volver a la unidad, a dejar la idea de ilusión y separación reuniéndonos con nuestras dos partes, con el prójimo, y con el todo. El trabajo que tenemos por hacer es ser nosotros mismos, escucharnos y conectarnos con el amor universal, combinando acción con inaccion, sentimiento y sustancia, ambas facetas del mismo ser.
Para mas astrologia: El poder de la astrología
¡Gracias por leer! 💜
o masculinos. Conocer la polaridad de cada signo es muy fácil: El horoscopo empieza con un signo masculino (Aries ♈), luego le sigue uno femenino (Tauro♉) y así es siempre (Géminis ♊ masculino, Cáncer ♋ femenino, etcétera). Saber que polaridad predomina (si es que hay una, porque a veces estan en equilibrio) nos sirve para saber que debemos trabajar más, pero siempre se analiza la carta en su totalidad para obtener mayores detalles. De todas maneras, todos contamos con ambas energías, tenemos todos los signos en nuestro horóscopo, aunque en algunos no haya ningún planeta. Las únicas energías que no se manifiestan son las de los signos interceptados pero incluso esos casos deben pasar bajo la lupa del astrólogo. Pero hoy no vengo a hablar de datos puramente astrológicos, sino a sacar de esto conclusiones mas espirituales, conclusiones que creo importante para la vida y el alma de todos aquí en la tierra y que resuenan con los tiempos en los que vivimos: la famosa era de Acuario. En este artículo les voy a hablar de la importancia de ambas energias, de porqué hice hincapié en la femenina, y de lo que podemos hacer ahora para estar en sintonía con el orden divino, para sentir esa conexion universal tan acuariana.
Tanto hombres como mujeres tenemos energía femenina y masculina, porque es energía, y va más allá de lo físico. La energía femenina es la relacionada con lo espritual, la intuición, lo que no se ve simplemente en el mundo físico; es receptiva, nutricia y tranquila. La masculina, en cambio, es de acción, de materialización. La masculina da y la femenina recibe, la masculina pone la semilla y la femenina la cuida hasta que crece y nace la flor, justamente una representación gráfica de la procreación.
La energía masculina es supervicencia. Meditar y hablarle al ser superior es maravilloso, pero no podemos no comer ni tomar agua, nos morimos. Por eso es que es tan necesaria, porque es acción, y no vinimos al mundo solo a meditar. El problema es que, cuando esta energía esta sobrecompensada, racionalizamos todo, y la mente estaa llena de dudas. Hay que recordar que la mente se alimenta del ego, y cuando el ego le gana por goleada al corazón, nos sentimos mal. Si racionalizamos todo no podemos seguir la pasión ni estar en sintonía con nuestros sentimientos, porque la mente los procesa y los aniquila. Por otro lado, en la carrera por la supervicencia quizás tengamos que competir con otros, pelearnos por el alimento; pero esto es una ilusión, no es real. Al menos que estemos entre la vida y la muerte, no tenemos porqué luchar. Nadie nos puede quitar lo que nos corresponde, todo en el universo nos deja una enseñanza que siempre tiene como base la conexión con el amor, y si nuestra misión está en algún lado y la seguimos con la combinación perfecta, intuición mas acción, no podemos fallar. Siempre que nos desconectemos de nuestro centro amoroso vamos a sentir la necesidad de luchar, de vencer, de todo lo que mencioné antes; porque la mente nos hace sentir inseguros, no merecedores, nos llena de dudas; y es por eso que también siempre busca lo más seguro, porque le aterra lo desconocido, y así permanecemos en la zona de confort todo el tiempo que permanezcamos desanclados de la energía de nuestro corazón.
Ambas son necesarias y ninguna es mejor que otra, son dos polaridades de lo mismo. El problema está cuando se quiere negar
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Tiempo de despertar lo femenino |
Si falta una de las energías hay una falla, no se vive en la totalidad, se manifiesta solo una parte de ella. Osea, viviendo así nuestra vida nunca estaría completa. No importa cuánto busquemos y reprimamos afuera, el trabajo es interno. No se trata de despreciar ninguna, pero se suele hacer mayor hincapié en la femenina porque por mucho tiempo fue la más despreciada. Para comprobar esto solo basta con preguntarnos cómo nos sentimos respecto a los temas espirituales, cuánta espiritualidad hay en nuestra sociedad, cómo son presentados estos temas... ¿Es común que las personas hablen de la intuición, el amor incondicional, la meditación? ¿Nos resulta "normal" comentar con la mayoría de la gente experiencias espirituales? ¿O más bien si lo hacemos recibimos burlas, indiferencia o largos sermones bien racionales y estructuados? La tendencia masculina está por todos lados: en mencionar todo el tiempo que hay que luchar, vencer, herir, aplastar, olvidar los sentimientos y "cortar cabezas", en "ir a lo seguro" cuando se busca una profesión o una relación, en querer demostrar que se es algo distinto al verdadero ser, y en más cuestiones.
¿Pero quién niega una energía? Bueno, por mucho tiempo la sociedad fue machista (y en muchos aspectos lo sigue siendo), y es por eso que reprimía la energía femenina, y a lo que más se asocia con ella: las mujeres. La quema de "brujas" en la hoguera, la toma de mujeres por esposa sin su consentimiento, el hecho de que tuvieran que estar al servicio del hombre en general no eran porque sí, sino porque quienes mandaban no deseaban una sociedad igualitaria, no deseaban la luz y el amor, sino que querian que reinara la infelicidad y la ignorancia para poder ellos hacer lo que quisiesen. La energía femenina representaba una amenaza para ellos, porque si cada uno seguía su intuición y buscaba a Dios a su forma, no podían ellos decir quién era Dios, como se debía de orar y cuánta plata había que poner en sus bolsillos. Al reinar solo la energía masculina, lo único importante era sobrevivir, trabajar y no pensar, y por mucho tiempo estuvimos viviendo así... Se decía que las mujeres seducían a los hombres y que por eso debían ocultar su cabello... ¿Y cuál era el problema si lo hacían? Si cada hombre podía decicidir con qué mujer estar, pero claro, el amor estaba prohibido. Los casamientos por arreglo estaban bien, pero dos personas que realmente se amaban eran condenadas. El amor era un estorbo, porque es una energía tan poderosa que debía ser anulada para poder así los oscuros continuar con sus intereses. Estas personas oscuras estuvieron desde siempre, desde el antiguo continente de Lemuria y Atlantis, y al caer la consciencia de la humanidad, aprovecharon al máximo su negatividad para hundir al mundo en la miseria. Un claro ejemplo de esto es el caso de María Magdalena, figura a la que hasta hoy en día algunas personas consideran una prostituta cuando esa no es la verdad. Esta mujer sabía muy bien las cualidades divinas de cada energía y fue llamada de esa manera simplemente por experimentar placer sexual con su llama gemela, Jesucristo. Tanto ella como él fueron y siguen siendo importantes en el avance espiritual de la humanidad, pero al no reconocer lo femenino, el nombre de esta mujer fue difamado por siglos y siglos. La mujer no podía tener placer ni "distraer" al hombre.
Pero ahora las cosas son muy diferentes. Si bien las sociedades siguen siendo machistas, la igualdad es mucha hoy en día a comparación con la antigüedad, y no solo eso, el resugir de la energía femenina se observa en todas las técnicas espirituales que se dan a conocer libremente. Hoy yo no soy condenada a la hoguera por escribir estas cosas, por hablar de Astrología como quiero o saber más de ciertas cosas que un hombre, y es en el compartir conocimientos que nos expandimos. Todo lo que ayude a desarrollar la intuición en uno mismo y en otros, a conectar con nuestra parte divina es lo que necesita nuestro planeta en estos momentos. La recuperación de esta valiosa energía es de vital importancia en los tiempos que corren, en los que nuestro hogar, Gaia (la tierra) está elevando su vibración y necesita que nos elevemos con ella para poder permanecer aquí. Esto quiere decir que no solo es importante respetar a las mujeres porque son seres humanos y porque una sociedad se debe basar en la igualdad, sino que también es importante que cada individuo de este planeta, sea hombre o mujer, conecte con su energía femenina, porque es ella la que nos lleva a estar cerca de Dios y a recobrar ese paraíso perdido del que habla la BIblia, en el que éramos uno con el creador, es ese el sentido de la vida: volver a la fuente para no tener que volver a sufrir.
No importa cuál sea la técnica para vivir en el amor incondicional mientras sea genuina. De nada sirve ir a la iglesia o meditar si no es sentido, si se hace por obligación o de mala gana. Tampoco es útil realizar algo porque se lo cree espiritual si en realidad defiende los intereses de alguien mmá. Esto último es lo que sucedía en aquellos tiempos oscuros, en los que las entidades de baja vibración dominaban todo conocimiento. Ellos decían que creer, quemaban libros y explicaban la Biblia, era creerles a ellos o no creer. Hoy esto es muy distinto, pasamos de la era de Piscis, donde la sabiduría era para unos pocos, a la era de Acuario, donde la sabiduría es para todos. Actualmente no tememos la muerte por buscar una verdad distinta, la nueva era nos trae el regalo de la mente superior. Acuario dice: piensen, pero piensen más allá, únansen y sean uno, entre ustedes y con Dios. Esta nueva era vino a transgredir los límites, a rebelarse, bien de Acuario. ¡Ya no estamos sometidos! ¡Ya podemos ser libres! ¡Solo tenemos que despertar! Las limitaciones son de la vieja etapa. "Las mujeres no pueden trabajar", "Los hombres no lloran", "El hombre debe ser bien macho", "El hombre no tiene tiempo para lo espiritual", "A la mujer hay que dominarla", todo eso y más del estilo no son pensamientos de los tiempos modernos, Acuario trae lo nuevo para que vivamos algo diferente, algo que nos una en lugar de separarnos, porque la idea original siempre fue estar unidos. Los miedos y emociones negativas dieron en el pasado lugar a separaciones, pero ese no es el destino de la humanidad.
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Fusión de lo femenino y lo masculino |
En esta era de Acuario, la llamada es a conectarnos con nuestras dos partes y a amarnos en nuestra totalidad. No tenemos que ser hombres para actuar ni mujeres para sentir, todos podemos hacer ambos ¿¡No es eso maravilloso!? ¡Podemos hacer las dos cosas! ¡Y estamos haciendo las dos cosas cada vez que propagamos lo espiritual! Porque recibimos lo espiritual primero, y luego damos, realizamos la acción; y eso es justamente la fusión de lo femenino y lo masculino ambos a nivel divino. Acuario es el signo de los grupos y la sociedad, pero la invitación no es a escuchar excesivamente a los otros, no se confundan; eso no es amor, es miedo a la reacción de los otros, y en el fondo esconde problemas de autoestima, sentimientos de carencia. La tarea es buscar nuestras misiones de vida, otra parte de Acuario, colaborar con la sociedad y el orden universal y tratar al prójimo con el mismo amor que nos tratamos a nosotros mismos. Pero claro, hay que empezar por amarnos a nosotros mismos, porque ellos y nosotros somos el todo, ¡no solo ellos ni solo nosotros! Cada vez que rechazamos algo de lo que somos estamos rechazando nuestra misión de vida, no nos estamos tratando con amor, no colaboramos con la sociedad, ni con el universo, con nada. No se olviden del significado más espiritual de Acuario: igualdad, fraternidad y conexión universal. Estas son las claves de esta esclarecedora era. Todos somos uno, el daño que nos hacemos se lo hacemos al conjunto de todo lo que es.
En conclusión, ambas energías, la masculina y la femenina, son necesarias, y en la era de Acuario se nos convoca a volver a la unidad, a dejar la idea de ilusión y separación reuniéndonos con nuestras dos partes, con el prójimo, y con el todo. El trabajo que tenemos por hacer es ser nosotros mismos, escucharnos y conectarnos con el amor universal, combinando acción con inaccion, sentimiento y sustancia, ambas facetas del mismo ser.
Para mas astrologia: El poder de la astrología
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Noelia Soledad Russo
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