Este 10 de Mayo, tenemos en el cielo una Luna llena en el signo de Escorpio, y además vivenciaremos una poderosa energía que será enviada por Buda y otros seres de luz, lo que se denomina Festival Wesak, el cumpleaños de Buda.
En cuanto a la Luna llena, es importante que nos hagamos conscientes de nuestras emociones y podamos liberarlas. Escorpio es el signo de la transformación por medio del dolor, y es por eso que cuando se opone al signo de Tauro y se da la Luna llena, el cielo nos mueve hacia donde están nuestros problemas para que, en lugar de ignorarlos para evitar “pasarla mal”, como haría Tauro, los superemos. Porque si no los trascendemos, nos estamos mintiendo a nosotros mismos, y en realidad no somos libres, sino presos del dolor. Por querer evitarlo, le damos cobijo dentro nuestro, lo dejamos vivir con nosotros hasta que se nos hace costumbre que esté ahí, impidiéndonos ser felices y entorpeciendo nuestros pasos.
Es por esto que Escorpio es el signo del resentimiento, porque acumula y reprime. Pero cuando se rebalsa de negatividad, todo puede salir y destruirlo todo. Escorpio es violencia y apetito de destrucción cuando no se controla, porque no se puede no sentir; lo que se puede hacer es almacenar todo lo que se siente en un rinconcito oscuro e ir alimentando a esa bestia que vive con nosotros hasta que un día desee salir.
Los signos opuestos que participan de la Luna llena nos permiten analizar “la bella y la
bestia” que hay en nosotros, porque ambos son nuestros. Identificarnos totalmente con “la bella”, es negar lo que sentimos, y por lo tanto ser hipócritas. Si actuamos de esta manera, no podemos sorprendernos ante la hipocresía que percibimos fuera. Identificarnos totalmente con “la bestia”, por su parte, es vivir encerrados en frías y miserables cavernas y negarse a ver la luz del sol. En nuestro interior sabemos que ninguno de los dos comportamientos es sano para nosotros, pero sin embargo, para protegernos, “hacemos como que no lo vemos”, lo ignoramos y nos ocupamos de otras cosas. Sabemos que si abrimos esa puerta va a salir de todo, como cuando no se acomoda el armario y se va apilando ropa abollada por evitar acomodar y así lidiar con la cantidad de objetos que van a caer de allí. Pero la puerta debe abrirse, porque de lo contrario nunca se ordenará nuestro armario interior, y me dirán ustedes si es agradable vivir con un montón de objetos desordenados dentro…
Al igual que en la alegoría del armario, tenemos todo “bajo control”, sabemos qué piezas no debemos mover porque si no “se cae todo” y nos vamos acostumbrando a vivir en un caos que creemos dominar. Pero luego viene alguien y ¡PUM! Revuelve el armario buscando una prenda y todo al piso… Es muy común que esto suceda en relaciones de pareja, pero también puede darse con amigos, familiares, conocidos y hasta con desconocidos. Y es que justamente Escorpio es un signo social, y es el que nos muestra nuestras propias miserias a través de los demás. Eso que no queremos “mover” porque haríamos desastre, se tiene que “mover”, entonces viene otro y hace el trabajo por nosotros, así de simple.
La Luna llena siempre es de limpieza, y nos brinda el equilibrio de dos dos signos opuestos, permitiéndonos ver “las dos caras de la moneda”; y como la Luna representa nuestro ser interno y emociones, siempre son ellas las protagonistas. Y en este caso, el signo lunar es de agua, pero no se siente cómoda la Luna en él, ya que está exiliada allí. Y es que la Luna busca seguridad y Escorpio representa todo lo contrario: un movimiento en falso y todo se desmorona, no se sabe qué puede pasar cuando Escorpio explota. Pero como mencionaba anteriormente, estas crisis son necesarias para que podamos vivir nuestras verdades y dejar de lastimarnos con las mentiras que nos queremos hacer creer. Escorpio trae la liberación que Tauro necesita, destruye para que algo mejor tome forma.
Entonces, con esta energía planetaria, lo ideal es pasar un tiempito a solas con nuestro propio ser y ver qué pasa, concentrarnos en la energía de nuestro corazón y poner la intención de abrirnos a energías más beneficiosas para nosotros, dejando atrás lo que no nos sirve, aunque duela, aunque la mente no quiera, aunque estemos acostumbrados a vivir con ello. Y es muy importante elevar todo hacia lo divino, entendiendo que lo que sucede tiene un propósito, aunque no sepamos cuál, y que la manera de trascender es comprender, pero desde lo alto, no forzando la mente, porque es limitada, sino buscando lo ilimitado. Debemos hacernos un análisis exhaustivo, “a lo Escorpio”, el investigador que va a lo profundo, porque sólo así sabremos qué no es luminoso en nosotros y porqué, en consecuencia, atraemos ciertas vivencias. Una vez reconocido esto, podremos aceptar a Dios, que mora en nosotros y aceptar su voluntad, y comprender así que el perdón, tanto para con nosotros mismos como para con los demás, es necesario para no perdernos en las turbulencias escorpianas; y con la orientación divina y el perdón comienza a verse la luz.
Con respecto al Festival Wesak, lo importante es unirnos a la poderosa energía pidiendo a nuestros guías que nos ayuden y buscando conectarnos de la forma que lo sintamos, podemos buscar a Buda y trabajar con los códigos sagrados. Todo pasa por dejar fluir nuestra intuición y permitirnos ser parte de algo más grande que nosotros.
El ejercicio que les propongo es el siguiente:
Buscá una posición cómoda y un ambiente propicio para meditar. Podés colocar imágenes que contribuyan a elevar tu frecuencia vibratoria, velas, inciensos, música suave, etc.; o no hacer nada de eso. Lo importante es que te sientas relajado.
Una vez logrado esto, concentrate en tu propio corazón, en sus latidos, en su posición en tu cuerpo, y agradecele por estar ahí siempre con vos y por todo el trabajo que hace. Luego de esto, buscá comunicarte con él (puede sonar loco pero dependiendo de tu intuición y confianza podrás tener distintas experiencias). Centrate en el chakra del corazón y visualizá una gran luz rosa allí que se va expandiendo hasta envolver todo tu ser. Dejá que te inunde esa maravillosa energía y poné el foco en el amor incondicional y en la conexión con lo divino.
Con esa hermosa sintonía, pedí a tus guías o a Buda, a quien resuene con vos en ese momento, que te ayuden a lidiar con tus emociones y a estar en armonía, y dejate vivenciar lo que sea que el cielo desee que vivencies.
Este ejercicio puede modificarse según las técnicas que maneje cada uno y lo que se sienta al momento de hacerlo. Cada ser es diferente y por eso siempre juega un papel fundamental la intuición, que ayuda a que cada quien escoja lo que es mejor para su camino.
Les deseo, de todo corazón, que puedan superar lo que les hace mal y puedan aprovechar estas maravillosas energías. Un afectuoso saludo a todos.
Para más Astrología: El poder de la Astrología
En cuanto a la Luna llena, es importante que nos hagamos conscientes de nuestras emociones y podamos liberarlas. Escorpio es el signo de la transformación por medio del dolor, y es por eso que cuando se opone al signo de Tauro y se da la Luna llena, el cielo nos mueve hacia donde están nuestros problemas para que, en lugar de ignorarlos para evitar “pasarla mal”, como haría Tauro, los superemos. Porque si no los trascendemos, nos estamos mintiendo a nosotros mismos, y en realidad no somos libres, sino presos del dolor. Por querer evitarlo, le damos cobijo dentro nuestro, lo dejamos vivir con nosotros hasta que se nos hace costumbre que esté ahí, impidiéndonos ser felices y entorpeciendo nuestros pasos.
Es por esto que Escorpio es el signo del resentimiento, porque acumula y reprime. Pero cuando se rebalsa de negatividad, todo puede salir y destruirlo todo. Escorpio es violencia y apetito de destrucción cuando no se controla, porque no se puede no sentir; lo que se puede hacer es almacenar todo lo que se siente en un rinconcito oscuro e ir alimentando a esa bestia que vive con nosotros hasta que un día desee salir.
Los signos opuestos que participan de la Luna llena nos permiten analizar “la bella y la
Al igual que en la alegoría del armario, tenemos todo “bajo control”, sabemos qué piezas no debemos mover porque si no “se cae todo” y nos vamos acostumbrando a vivir en un caos que creemos dominar. Pero luego viene alguien y ¡PUM! Revuelve el armario buscando una prenda y todo al piso… Es muy común que esto suceda en relaciones de pareja, pero también puede darse con amigos, familiares, conocidos y hasta con desconocidos. Y es que justamente Escorpio es un signo social, y es el que nos muestra nuestras propias miserias a través de los demás. Eso que no queremos “mover” porque haríamos desastre, se tiene que “mover”, entonces viene otro y hace el trabajo por nosotros, así de simple.
La Luna llena siempre es de limpieza, y nos brinda el equilibrio de dos dos signos opuestos, permitiéndonos ver “las dos caras de la moneda”; y como la Luna representa nuestro ser interno y emociones, siempre son ellas las protagonistas. Y en este caso, el signo lunar es de agua, pero no se siente cómoda la Luna en él, ya que está exiliada allí. Y es que la Luna busca seguridad y Escorpio representa todo lo contrario: un movimiento en falso y todo se desmorona, no se sabe qué puede pasar cuando Escorpio explota. Pero como mencionaba anteriormente, estas crisis son necesarias para que podamos vivir nuestras verdades y dejar de lastimarnos con las mentiras que nos queremos hacer creer. Escorpio trae la liberación que Tauro necesita, destruye para que algo mejor tome forma.
Entonces, con esta energía planetaria, lo ideal es pasar un tiempito a solas con nuestro propio ser y ver qué pasa, concentrarnos en la energía de nuestro corazón y poner la intención de abrirnos a energías más beneficiosas para nosotros, dejando atrás lo que no nos sirve, aunque duela, aunque la mente no quiera, aunque estemos acostumbrados a vivir con ello. Y es muy importante elevar todo hacia lo divino, entendiendo que lo que sucede tiene un propósito, aunque no sepamos cuál, y que la manera de trascender es comprender, pero desde lo alto, no forzando la mente, porque es limitada, sino buscando lo ilimitado. Debemos hacernos un análisis exhaustivo, “a lo Escorpio”, el investigador que va a lo profundo, porque sólo así sabremos qué no es luminoso en nosotros y porqué, en consecuencia, atraemos ciertas vivencias. Una vez reconocido esto, podremos aceptar a Dios, que mora en nosotros y aceptar su voluntad, y comprender así que el perdón, tanto para con nosotros mismos como para con los demás, es necesario para no perdernos en las turbulencias escorpianas; y con la orientación divina y el perdón comienza a verse la luz.
Con respecto al Festival Wesak, lo importante es unirnos a la poderosa energía pidiendo a nuestros guías que nos ayuden y buscando conectarnos de la forma que lo sintamos, podemos buscar a Buda y trabajar con los códigos sagrados. Todo pasa por dejar fluir nuestra intuición y permitirnos ser parte de algo más grande que nosotros.
El ejercicio que les propongo es el siguiente:
Buscá una posición cómoda y un ambiente propicio para meditar. Podés colocar imágenes que contribuyan a elevar tu frecuencia vibratoria, velas, inciensos, música suave, etc.; o no hacer nada de eso. Lo importante es que te sientas relajado.
Una vez logrado esto, concentrate en tu propio corazón, en sus latidos, en su posición en tu cuerpo, y agradecele por estar ahí siempre con vos y por todo el trabajo que hace. Luego de esto, buscá comunicarte con él (puede sonar loco pero dependiendo de tu intuición y confianza podrás tener distintas experiencias). Centrate en el chakra del corazón y visualizá una gran luz rosa allí que se va expandiendo hasta envolver todo tu ser. Dejá que te inunde esa maravillosa energía y poné el foco en el amor incondicional y en la conexión con lo divino.
Con esa hermosa sintonía, pedí a tus guías o a Buda, a quien resuene con vos en ese momento, que te ayuden a lidiar con tus emociones y a estar en armonía, y dejate vivenciar lo que sea que el cielo desee que vivencies.
Este ejercicio puede modificarse según las técnicas que maneje cada uno y lo que se sienta al momento de hacerlo. Cada ser es diferente y por eso siempre juega un papel fundamental la intuición, que ayuda a que cada quien escoja lo que es mejor para su camino.
Les deseo, de todo corazón, que puedan superar lo que les hace mal y puedan aprovechar estas maravillosas energías. Un afectuoso saludo a todos.
Para más Astrología: El poder de la Astrología
Noelia Soledad Russo
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