Muchas personas no quieren tocar el dolor. Creen ingenuamente, o al menos pretenden hacerse creer que si no lo tocan van a estar mejor ¿Hasta cuándo piensan refugiarse en boliches y fiestas, videojuegos, comida, relaciones, sexo, alcohol, drogas, o cualquier otra cosa? Si actúan de esa manera, es lógico que Plutón les haga ver la realidad de manera brusca.
Esto no quiere decir que para lograr la sanación emocional haya que vivir encerrado, sino que una parte de autoanálisis es necesaria. De lo contrario, se está como una hoja que sigue al viento y nada más.
Si no pensamos acerca de lo que realmente deseamos de la vida, corremos el riesgo de no obtenerlo y de vivir una vida ajena, porque la verdad de nuestro corazón ni siquiera nos molestamos en conocerla.
Sabemos que hay verdades, pero muchas veces la verdad duele, entonces es común que muchos elijan tomar mentiras que "quedan lindas". Y así nos convertimos en una mentira. Por eso es importante hacerse la siguiente pregunta: ¿Realmente quiero vivir una mentira? ¿Estoy dispuesto/a pagar un precio tan alto por no mirar dentro?
Cuesta tanto enfrentarse con uno mismo que necesitamos las experiencias negativas para crecer, nos son dadas para que de una buena vez decidamos hacernos cargo de nuestra vida. Porque hacernos responsables no es solamente tener un trabajo, estudiar, criar a los hijos y mantener la casa en orden; también es analizar nuestros pensamientos y comportamientos, preguntarnos si somos felices, si vivimos en amor y paz, y evolucionar ¿Cómo vamos a tener armonía si no nos dedicamos a nuestro ser interior, a nuestros verdaderos deseos y emociones?
Plutón es un planeta lejano que nos cala muy profundo dentro. Con sus tránsitos, a veces perdemos objetos, otras personas, nos enfermamos, y otras situaciones no deseadas. La palabra clave de este planeta es crisis. Algo que era de una determinada forma ya no lo es más, y por lo tanto, debemos tomar una actitud diferente. Esto es súper interesante a nivel psicológico, porque significa que sus tránsitos nos invitan a ver la vida de otra manera.
Pueden irse personas de nuestra vida, cambiar nuestra manera de relacionarnos, podemos darnos cuenta de que lo que antiguamente creíamos ya no nos sirve, puede quebrar nuestra empresa, podemos perder el trabajo, etc., pero si sea lo que sea que nos suceda, lo utilizamos para victimizarnos o negarnos aún más a lo espiritual, seguirán aconteciendo desgracias.
Es que lo que no se sana se repite de alguna forma, y por eso es tan importante perdonar a los padres y superar la infancia. Acostumbrarse a convivir con las emociones negativas y los pensamientos tóxicos obviamente no nos hace bien. Si no le deseamos paz y amor a todo el mundo, aceptamos lo que hay más allá y nos aceptamos y amamos a nosotros mismos queda trabajo por hacer, y negarse a hacerlo por ser hombre, por sentirse una mujer fuerte, por creer que hay cosas más importantes o cualquier otra tontería sólo nos traerá dolor.
¿Cómo estar en paz si de nuestra boca salen palabras inármonicas, si en nuestros pensamientos hay pura basura, si nos sentimos inquietos con ganas de hacer sentir mal a otros?
En estado de shock no podemos comprender el sentido de las crisis, y por eso necesitamos tiempo para asimilarlas. El problema es cuando nunca se dan esos tiempos.
Todos los planetas transpersonales significan visión expandida, y por eso nunca utilizamos su energía en nuestro beneficio hasta que nos abrimos a las energías superiores. Plutón, por su parte, nos enseña a ver lo hermoso a través de lo feo, y es por esto que tiene relación con las bajezas: la miseria, la toxicidad, las emociones negativas, el abuso de poder, el morbo, etc. Por ejemplo, si perdemos a alguien, podemos creer que todo es una porquería y hundirnos en la miseria plutoniana, pero si elevamos nuestra consciencia, podemos entender que en realidad nunca morimos y vivir como los seres divinos que somos.
No se trata de obsesionarse con lo que hace mal, sino de trascenderlo. Es normal sufrir las crisis, y a veces nos ayudan a liberar dolor acumulado, pero nadie quiere realmente vivir en esa energía toda su vida. Y es así como surge la regeneración, el ave fénix despliega sus alas y podemos alzarnos nuevamente.
Todo esto es difícil, porque lo que destruye Plutón puede significar mucho para nosotros, pero lo que nos da fuerzas es saber que todo pasa por algo y concebir los sucesos como oportunidades para crecer, y en el caso de pérdidas de afectos, saber que el lazo que los une no se rompió, y que volverán a encontrarse, porque somos eternos.
No vinimos a este mundo a caerle bien a nadie ni a vivir la vida que otros deseen para nosotros, sino todo lo contrario: vinimos a encontrarnos con nuestra verdad. Las emociones nos dominan hasta que las miramos y les decimos amablemente que vamos a curarnos y que no nos importa lo que ellas opinen. Aunque parezca raro, elevar los problemas y aceptar que tenemos lecciones y misiones es parte de nuestra tarea.
Esto no quiere decir que para lograr la sanación emocional haya que vivir encerrado, sino que una parte de autoanálisis es necesaria. De lo contrario, se está como una hoja que sigue al viento y nada más.
Si no pensamos acerca de lo que realmente deseamos de la vida, corremos el riesgo de no obtenerlo y de vivir una vida ajena, porque la verdad de nuestro corazón ni siquiera nos molestamos en conocerla.
Sabemos que hay verdades, pero muchas veces la verdad duele, entonces es común que muchos elijan tomar mentiras que "quedan lindas". Y así nos convertimos en una mentira. Por eso es importante hacerse la siguiente pregunta: ¿Realmente quiero vivir una mentira? ¿Estoy dispuesto/a pagar un precio tan alto por no mirar dentro?
Cuesta tanto enfrentarse con uno mismo que necesitamos las experiencias negativas para crecer, nos son dadas para que de una buena vez decidamos hacernos cargo de nuestra vida. Porque hacernos responsables no es solamente tener un trabajo, estudiar, criar a los hijos y mantener la casa en orden; también es analizar nuestros pensamientos y comportamientos, preguntarnos si somos felices, si vivimos en amor y paz, y evolucionar ¿Cómo vamos a tener armonía si no nos dedicamos a nuestro ser interior, a nuestros verdaderos deseos y emociones?
Plutón es un planeta lejano que nos cala muy profundo dentro. Con sus tránsitos, a veces perdemos objetos, otras personas, nos enfermamos, y otras situaciones no deseadas. La palabra clave de este planeta es crisis. Algo que era de una determinada forma ya no lo es más, y por lo tanto, debemos tomar una actitud diferente. Esto es súper interesante a nivel psicológico, porque significa que sus tránsitos nos invitan a ver la vida de otra manera.
Pueden irse personas de nuestra vida, cambiar nuestra manera de relacionarnos, podemos darnos cuenta de que lo que antiguamente creíamos ya no nos sirve, puede quebrar nuestra empresa, podemos perder el trabajo, etc., pero si sea lo que sea que nos suceda, lo utilizamos para victimizarnos o negarnos aún más a lo espiritual, seguirán aconteciendo desgracias.
Es que lo que no se sana se repite de alguna forma, y por eso es tan importante perdonar a los padres y superar la infancia. Acostumbrarse a convivir con las emociones negativas y los pensamientos tóxicos obviamente no nos hace bien. Si no le deseamos paz y amor a todo el mundo, aceptamos lo que hay más allá y nos aceptamos y amamos a nosotros mismos queda trabajo por hacer, y negarse a hacerlo por ser hombre, por sentirse una mujer fuerte, por creer que hay cosas más importantes o cualquier otra tontería sólo nos traerá dolor.
¿Cómo estar en paz si de nuestra boca salen palabras inármonicas, si en nuestros pensamientos hay pura basura, si nos sentimos inquietos con ganas de hacer sentir mal a otros?
En estado de shock no podemos comprender el sentido de las crisis, y por eso necesitamos tiempo para asimilarlas. El problema es cuando nunca se dan esos tiempos.
Todos los planetas transpersonales significan visión expandida, y por eso nunca utilizamos su energía en nuestro beneficio hasta que nos abrimos a las energías superiores. Plutón, por su parte, nos enseña a ver lo hermoso a través de lo feo, y es por esto que tiene relación con las bajezas: la miseria, la toxicidad, las emociones negativas, el abuso de poder, el morbo, etc. Por ejemplo, si perdemos a alguien, podemos creer que todo es una porquería y hundirnos en la miseria plutoniana, pero si elevamos nuestra consciencia, podemos entender que en realidad nunca morimos y vivir como los seres divinos que somos.
No se trata de obsesionarse con lo que hace mal, sino de trascenderlo. Es normal sufrir las crisis, y a veces nos ayudan a liberar dolor acumulado, pero nadie quiere realmente vivir en esa energía toda su vida. Y es así como surge la regeneración, el ave fénix despliega sus alas y podemos alzarnos nuevamente.
Todo esto es difícil, porque lo que destruye Plutón puede significar mucho para nosotros, pero lo que nos da fuerzas es saber que todo pasa por algo y concebir los sucesos como oportunidades para crecer, y en el caso de pérdidas de afectos, saber que el lazo que los une no se rompió, y que volverán a encontrarse, porque somos eternos.
No vinimos a este mundo a caerle bien a nadie ni a vivir la vida que otros deseen para nosotros, sino todo lo contrario: vinimos a encontrarnos con nuestra verdad. Las emociones nos dominan hasta que las miramos y les decimos amablemente que vamos a curarnos y que no nos importa lo que ellas opinen. Aunque parezca raro, elevar los problemas y aceptar que tenemos lecciones y misiones es parte de nuestra tarea.
-Para más Astrología:
Noelia Soledad Russo
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.